LA MEDICINA TRADICIONAL PREHISPÁNICA, VERTEBRADOS TERRESTRES Y PRODUCTOS MEDICINALES DE TRES MERCADOS DEL VALLE DE MÉXICO
En
México, la utilización de los animales y sus derivados como productos
terapéuticos para curar afecciones del cuerpo y del alma, ha sido una práctica
cotidiana desde tiempos prehispánicos. Dicha práctica, en cierta medida se ha
conservado en la actualidad.
En
el México prehispánico los animales, en particular los vertebrados conspicuos,
significaron una fuerza vital incapaz de poseer los humanos, por lo cual fueron
admirados, temidos y respetados.
El vuelo y bello plumaje de las aves, las
garras y ferocidad de los carnívoros y las defensoras ponzoñas mortales de
algunas serpientes, fueron entre otras características, motivos suficientes
para que los compararan con los dioses, simbolizaran las fuerzas de la
naturaleza o sirvieran de vínculo para relacionarse con ellos.
Los
animales fueron dotados de gran significado mítico e incluidos en las prácticas
mágico-religiosas, presentes en muchos tratamientos médicos tradicionales. El
animal era a veces considerado como anunciador (agorero) de males o bienes,
poseedor (todo o alguna de sus partes) de sustancias efectivas para curar
alguna enfermedad o, de acuerdo a su anatomía y hábitos, trasmisor de una
poderosa fuerza mágica que aliviaba el padecimiento, los animales han servido
como protectores de males o infortunios y alivio de enfermedades.
Ejemplo de esto es la carne y grasa de la
serpiente de cascabel la cual, poseedora de virtudes especiales, tales como su
vigorosa y particular manera de desplazarse y el temor que despierta por el
veneno que inyecta al defenderse, es vista como el organismo ideal para curar
contra diversos males, pero también toda ella es invocada para causarlos.
A
pesar de los vaivenes culturales, muchas tradiciones médicas relacionadas con
las plantas sobrevivieron e incluso se consolidaron mientras que, en el caso de
los animales, la primera impresión es que los conocimientos relacionados con su
uso se modificaron o perdieron. Eran utilizados en los tratamientos médicos de
Nueva España, para constatar cómo el elemento animal sigue siendo importante
dentro de estas prácticas, pero excluyendo el uso de animales del Viejo Mundo,
lo que hace suponer que el proceso de aculturación de las prácticas médicas con
animales fue más lenta que con las plantas.
Durante
2004 y 2005, se visitaron los mercados de Sonora y Xochimilco en el Distrito
Federal y Chalco, en el Estado de México. Se llevaron a cabo entrevistas donde
se preguntaba por el nombre común del animal, después la utilidad curativa y
modo de empleo, la procedencia del producto y por último su costo. En el caso
delos productos envasados fue suficiente con leer la etiqueta que contenía.
Asimismo, se indagó sobre el costo de cada producto.
En
la medicina tradicional actual están presentes varias de las especies de
vertebrados tradicionalmente utilizadas, aunque en varios casos se ha cambiado
su utilidad medicinal. Se conserva el uso de los animales con un fuerte
componente simbólico, mítico y mágico, aparentemente corno resultado de
prácticas heredadas de tradiciones mesoamericanas. Las especies que ya no
aparecen en los medicamentos actuales son fundamentalmente aquellas cuya
condición actual es precaria, debido a la pérdida de los ambientes naturales. El
efecto curativo que antaño se les confirió a varios de estos animales sigue
estando vigente. Han proliferado los ungüentos o pomadas hechas de grasa de
algunos animales.
El
aspecto mítico está presente en los poderes curativos otorgados a algunas
especies. No obstante, es necesario realizar estudios farmacológicos de los
animales implicados en la medicina tradicional. Es posible que de algunos de
ellos se encuentren componentes químicos que tengan una verdadera acción
terapéutica, como el caso del cocodrilo.
Los productos son variados y se consiguen con
facilidad, muchos de ellos envasados por pequeñas empresas, las cuales ofrecen
seguridad al comprador. Se venden a precios accesibles, es necesario recalcar
que el comercio de la fauna implicada en la medicina tradicional escapa a las
medidas de protección de las especies que se encuentran amenazadas. El
comerciante, a sabiendas y por conveniencia, hace caso omiso de este aspecto y
el comprador, sin importarle más, va en busca de una tradición que aún conserva.
De
esta manera es que se integra un panorama general de cómo ha trascendido a
través de la historia el uso de las riquezas naturales que representan la armonía
entre hombre y ambiente, mediante la cual es posible acercarse a el deseo de
todo ser humano que es la integridad como persona gozando de salud y bienestar.
Referencia:
Etnobiología
5: 86-98 (2005) 2007
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