martes, 14 de marzo de 2017

LOS TEMPERAMENTOS HIPOCRÁTICOS

"La salud del hombre es un estado dado por la naturaleza, la cual no emplea elementos extraños sino una cierta armonía entre el espíritu, la fuerza vital y la elaboración de los humores ".
Hipócrates

Hipócrates consideraba la Medicina todo un arte, más que ciencia, y sus conocimientos, basados en la observación y la experiencia, comprenden toda una auténtica filosofía.
Su estudio de los cuatro elementos básicos del universo (tierra, agua, fuego y aire), le llevó a identificar éstos con los cuatro líquidos o humores que conformaban el cuerpo humano (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra). La salud del hombre, según el maestro, dependía de la adecuada temperatura y equilibrio de estos cuatro elementos.

Los cuatro humores, su disposición, su equilibrio, su exposición a las diferentes temperaturas en distintas épocas del año, conformaban para Hipócrates la naturaleza del hombre, determinaban sus posibles enfermedades y, por tanto, el aspecto físico  y predisposición de la personalidad. Es el origen de la teoría de los cuatro temperamentos: Sanguíneo, bilioso, nervioso y linfático.
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Los cuatro temperamentos y sus características grafológicas asociadas:


Sanguíneo:
Para Hipócrates el predominio de la sangre en el cuerpo da lugar a un físico robusto, bien desarrollado, de amplia frente, labios carnosos  y expresiva mirada. En definitiva, una presencia inconfundible que se hace notar. Este notorio físico acompaña a un carácter fuerte y dinámico, una mente en constante maquinación de proyectos, inquieta. De natural optimista, con furtivos momentos de pesadumbre y enfados estrepitosos que son superados con rapidez. La característica indiscutible  del sanguíneo es su  sociabilidad:  líder carismático, al que halaga ser el centro de atenciones, suele, por su natural extrovertido y comunicativo, ser el directivo por naturaleza. Su habilidad de contacto social, unida a su natural sensibilidad le convierte en un ser empático y buen oyente, aunque, en ocasiones, podría conducir a actitudes un tanto despóticas e incluso dictatoriales, dado su interés avasallador.
Características grafológicas del tipo sanguíneo:
- Tamaño: escritura generalmente grande.
- Forma: predominio de la curva, ampulosidad de formas y mayúsculas adornadas. - Presión: firme o en relieve.
- Velocidad: rápida.
- Inclinación: escritura inclinada hacia la derecha.
- Dirección: generalmente ascendente.
- Cohesión: escritura ligada o agrupada.
- Orden: Separación entre líneas, buen aprovechamiento de espacios.
- Firma: de escritura grande, con rúbrica ampulosa situada a la derecha del texto.


Bilioso:
En el tipo bilioso predomina la bilis, el equilibrio en sus facetas tanto físicas como caracterológicas. Tipo esbelto, con rostro predominantemente anguloso en el que destaca una mirada profunda y penetrante; serio, de gestos firmes y mesurados.
La fundamental característica de su carácter es la reflexión, de intelecto ágil pero seguro, analítico, de inmensa inquietud por profundizar en pensamientos e ideas. Realista, se rige siempre por la razón. De actitud fría y distante, se distingue por su sobriedad, no se emociona ni entusiasma fácilmente con proyectos  sin dar tiempo a su necesaria reflexión y análisis; ahora, una vez tomada su decisión, es difícil que la varíe. De carácter básicamente introverso e individualista, toma las relaciones sociales como un deber; en cuanto a los afectos, su moderación y sobriedad le llevan a comedirse, controlando sus sentimientos y emociones, evitando las manifestaciones afectivas.
Características grafológicas del tipo bilioso:
- Tamaño: escritura pequeña, decreciente dentro de la palabra.
- Forma: Sobriedad y simplificación; predominio del ángulo
- Presión: firme.
- Velocidad: mesurada o rápida.
- Inclinación: verticalidad o ligeramente inclinada a la derecha.
- Dirección: rectitud de línea, cierta rigidez.
- Cohesión: escritura  agrupada.
- Orden: márgenes ordenados, condensación de texto.
- Firma: de escritura normal a pequeña, con escasa rúbrica o sin ella, y situada en el centro o ligeramente a la derecha del texto.


Nervioso:
En el tipo hipocrático nervioso predominan los nervios, y, contrariamente al equilibrio apreciado en el bilioso, en éste destacamos el desequilibrio y la desproporción en sus facetas tanto físicas como caracterológicas. En el nervioso suele destacarse la delgadez, el rostro afilado y pálido  y la mirada vivaz a la vez que soñadora. La ambivalencia extroversión-introversión también es característica propia de este tipo hipocrático, aunque suele haber una tendencia hacia la introversión. Seres intuitivos, creativos, su vivacidad les hace inquietos y temerosos de la rutina, y su emotividad provoca que antepongan el sentimiento ante la razón. Su nervio les hace actuar por impulsos y tan pronto se vuelcan en una actividad frenética, como se rinden a la tranquila rutina. En las relaciones sociales dan al entorno lo que de él reciben; si reciben afecto, si el ambiente es agradable, serán seres abiertos, comunicativos y, por contrario, si el entorno les desagrada, pueden ser ariscos y desconfiados. Por lo tanto, apreciamos que los temperamentos nerviosos son difícilmente encajables, tanto social como laboralmente, en el entorno pero a su vez, paradójicamente, tremendamente versátiles.
Características grafológicas del tipo nervioso:
- Tamaño: normal.
- Forma: Movilidad y variabilidad en las formas. Suelen aparecer trazos filiformes.
- Presión: Firme, aunque con irregularidades.
- Velocidad: Suele predominar la rapidez o incluso la precipitación del trazo
- Inclinación: Invertida o variable, con oscilaciones.
- Dirección: Oscilante.
- Cohesión: Agrupada o desligada.
- Orden: Márgenes desiguales. Movilidad en el conjunto del texto.
- Firma: Con trazos angulosos, generalmente ilegible y situada en el centro o a la izquierda del texto.

Linfático: 
Se desarrolla en las linfas. Físicamente destaca por su obesidad, sus movimientos lentos y su aparente pasividad, que les hace inalterables ante cualquier circunstancia y por lo tanto, amantes de la rutina, del automatismo. Se caracterizan por su capacidad analítica y memorística y, aunque su ritmo de vida o trabajo tienda a ser lento, son regulares y metódicos. Socialmente son de trato agradable y tranquilo, aunque no suelen ser expresivos en lo que a afectividad se refiere. Su tendencia es a la introversión y a un aislamiento que puede rayar a veces en egocentrismo. Son  personas adaptables y sumisas; si encuentran su lugar y se acomodan a él, difícilmente querrán cambiarlo.
Características grafológicas del tipo linfático:
- Tamaño: escritura normal,  pequeña o grande.
- Forma: predominio de la curva y las redondeces; sencilla; personalizada o caligráfica.
- Presión: trazo pastoso.
- Velocidad: lenta o mesurada.
- Inclinación: puede ser recta, inclinada o invertida.
- Dirección: puede darse la dirección descendente o cierta rectitud un tanto forzada.
- Cohesión: desligada o agrupada.
- Orden: márgenes ordenados. Monotonía en el conjunto.
- Firma: grande, bien rubricada;  situada a la izquierda del texto y alejada de él.








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