MITO
Del griego mythos (“cuento”), un mito refiere a un relato de hechos maravillosos cuyos protagonistas son personajes sobrenaturales (dioses, monstruos) o extraordinarios (héroes).
Se dice que los mitos forman parte del sistema religioso de una cultura, que los considera como historias verdaderas. Tienen la función de otorgar un respaldo narrativo a las creencias centrales de una comunidad.
En su origen, el mito es un relato oral. Con el correr del tiempo, sus detalles van variando de acuerdo a la transmisión del conocimiento de generación en generación. Una vez que las sociedades desarrollaron la escritura, el mito fue reelaborado en forma literaria, con lo que extendió sus versiones y variantes.
Cuando, en la antigüedad, las explicaciones científicas comenzaron a competir con las míticas, el término mito adquirió un contexto peyorativo, que comenzó a utilizarse como sinónimo de una creencia extendida pero falsa o de una patraña.
TIPOS DE MITOS
• Mitos Teogónicos: Relatan el origen y la historia de los
dioses. A veces, en las sociedades de tipo arcaico, los dioses no son
preexistentes al ser humano. Por el contrario, frecuentemente los humanos
pueden transformarse en cosas, en animales y en dioses. Los dioses no siempre
son tratados con respeto: están muy cercanos a los humanos y pueden ser héroes
o víctimas de aventuras parecidas a las de los seres humanos.
• Mitos cosmogónicos: Intentan explicar la creación del
mundo. Son los más universalmente extendidos y de los que existe mayor
cantidad. A menudo, la tierra, se considera como originada de un océano
primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una
función determinante en esta creación; en este caso tales gigantes, que son
semidioses, constituyen la primera población de la tierra. Por su parte, el ser
humano puede ser creado a partir de cualquier materia, guijarro o puñado de
tierra, a partir de un animal, de una planta o de un árbol. Los dioses le
enseñan a vivir sobre la tierra. Ejemplo: Origen de los Tobas.
• Mitos etiológicos: Explican el origen de los seres y de
las cosas; intentan dar una explicación a las peculiaridades del presente. No
constituyen forzosamente un conjunto coherente y a veces toman la apariencia de
fábulas.
• Mitos escatológicos: Son los que intentan explicar el
futuro, el fin del mundo; actualmente, en nuestras sociedades aún tienen amplia
audiencia. Estos mitos comprenden dos clases principales: los del fin del mundo
por el agua, o por el fuego. A menudo tienen un origen astrológico. La
inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos,
y toda clase de catástrofes naturales inexplicables, y que aterrorizan a los
humanos.
• Mitos morales: Aparecen en casi todas las sociedades:
lucha del bien y del mal, ángeles y demonio, etc. En definitiva, los inventos y
las técnicas particularmente importantes para un grupo social dado se hallan
sacralizadas en un mito. Otros son antropogónicos, relativos a la aparición del
ser humano.
• Mitos histórico-culturales: Son las creencias de tipo
social extendidas vulgarmente entre la población, basadas en una subjetiva
interpretación historiográfica; principalmente fundamentada en un malentendido,
o en una truncada o parcial transmisión de realidad histórica. Se caracteriza
por la imposibilidad de poder ser considerada como veraz, como se definiría
para una estricta leyenda histórica, con cierto rango de certidumbre todavía no
demostrada en el tiempo. Por lo que un mito histórico difiere principalmente de
una leyenda, en que ésta última presenta cierto rango de incertidumbre frente a
aquella, la cual cuenta con claras pruebas fehacientes, testimoniales o
historiográficas que evidencia la falsedad, y que, posteriormente, ha sido
difundida en la manera de un típico mito histórico-cultural (también llamado
vulgarmente, una leyenda urbana).